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Publicado en "Somos Parte", Revista Mensual para el
docente, Buenos Aires Reforma: dar otra forma ¿Es sólo éso? ¿Cambiar las formas? ¿En qué se parece y en qué se diferencia esta propuesta a lo que los docentes venimos haciendo en las aulas? En primer término, la inclusión de esta área es un paso fundamental para trabajar en forma sistemática contenidos que apuntan a los aspectos formativos de la Educación. "Legaliza", por así decir, esos momentos en los que decidimos postergar la enseñanza de un algoritmo o algún tiempo verbal para conversar con nuestros alumnos acerca de algún tema que los preocupa o resolver un conflicto, nos brinda un espacio dentro de nuestro horario de clases para trabajar aspectos relacionados con el desarrollo integral de la persona y su accionar dentro de la sociedad. Este nuevo espacio que se le abre al docente apunta a satisfacer las demandas de la sociedad contemporánea. Es indispensable educar para la vida y es el deber de la escuela, junto con la familia y otras instituciones, brindar a los chicos las herramientas necesarias para poder desenvolverse en una realidad cambiante y conflictiva. ¿Podrá la escuela alcanzar objetivos tan ambiciosos? ¿Acaso no está ella también inmersa en esta sociedad cambiante y conflictiva? Los docentes formamos parte de esta realidad y sufrimos los mismos conflictos que las otras personas que nos rodean. El hecho de permitir que esta realidad ingrese al aula y se convierta en objeto de estudio y análisis es una manera de comenzar a buscar alternativas de solución para los mismos. Es un nuevo espacio didáctico y, por lo tanto, implica la utilización de nuevas estrategias. Le abriremos la puerta a los sentimientos y sensaciones, no ya para volcar los mismos en un trabajo de Lengua o Plástica, sino para tomar conciencia de ellos. Analizaremos actitudes y valores, de los demás y de nosotros mismos, elaboraremos normas de convivencia para poder comprender realmente el significado de las normas sociales. Los contenidos del área son profundos y apelan a los aspectos más sutiles del ser humano. Todos sabemos que para ser íntegros y realizarse como persona no basta con conocer o enunciar estos "saberes", sino que hay que vivirlos. En la Introducción que figura en los C.B.C. leemos: "Se trata de saber ser persona y sujeto social, saber respetar y valorar a los otros, el orden constitucional y la vida democrática, saber defender los derechos humanos y preservar el medio natural, saber analizar los aspectos morales de la realidad y vivirlos para insertarse responsablemente en un mundo complejo y atravesado por transformaciones profundas." ¿Cómo haremos los docentes para implementar esta área de manera tal que nos sintamos satisfechos? ¿Cómo se enseñan estos contenidos? En primer lugar, debemos considerar que al trabajar estos contenidos, que apelan a la persona, su propia escala de valores y la construcción de las normas, difícilmente podamos ser objetivos dado que nuestras convicciones están presentes en cada uno de nuestros actos, aunque no seamos concientes de ello. Los chicos aprenden de lo que decimos y de lo que hacemos, del contenido y de la traducción que las personas hacemos de los mismos. Por lo tanto, el rol del docente en la enseñanza de esta área es comprometido, nos involucra personalmente y muchas veces podemos caer en contradicciones. El docente representa uno de los modelos que los chicos reciben, permitámonos ser amplios, aceptemos las contradicciones y trabajemos sobre ellas, ya que son un elemento social con el que convivimos, enseñemos a analizar y cuestionar esta realidad, imaginemos entre todos soluciones creativas. El rol del docente será, fundamentalmente, generar espacios de reflexión y discusión, en un clima de confianza mutua, favoreciendo la comunicación, el intercambio de opiniones, la expresión de sentimientos, la aceptación, el respeto mutuo, la construcción de acuerdos. Permiso ¿Puedo jugar? El juego será nuestro gran aliado, a través del mismo los chicos pueden proyectar elementos de su vida afectiva que servirán luego como material para la reflexión e incorporar conceptos referidos a reglas y normas. Las dramatizaciones y "juego de roles" constituyen estrategias que nos serán de gran utilidad, no olvidemos que es a través del juego dramático que los chicos incorporan gran parte de las normas sociales, imitando el mundo de los adultos. Las expresiones plásticas servirán como disparador o como cierre de las distintas experiencias que realicemos, permitiéndonos analizar sentimientos, emociones y sensaciones. Nuestro trabajo será interdisciplinario, dado que los contenidos que abarca esta área sirven de fundamento y subyacen en todas las actividades que realizamos en la escuela y están presentes en todos nuestros actos. Si no tenemos mucha experiencia con esta metodología podemos intentar trabajar con otros docentes que, por su formación, sí la tengan (principalmente docentes de educación física y educación artística). Si los adultos trabajamos en forma solidaria y cooperativa estaremos, con nuestra actitud, dando un ejemplo concreto de cooperación. Vayamos por partes (perdón... por bloques) Como en el resto de las áreas, los contenidos están organizados por bloques. Haremos aquí una breve síntesis de los mismos, para luego desarrollar algunos aportes metodológicos y exponer experiencias didácticas que pueden llevarse al aula. 1) PERSONA Nada más ni nada menos. Nosotros, cada uno con las características que le son propias, esas que nos hacen únicos e irrepetibles, capaces de sentir, pensar, decidir, relacionarnos con los demás, trascender y crear. Se incluyen bajo este título contenidos orientados a comprender los procesos psíquicos (vida afectiva, intelectiva, volitiva), la sociabilidad básica(los grupos de pertenencia: familia, amigos, comunidad),identidad e identificaciones sociales (como persona, como perteneciente a una comunidad), la salud de la persona (educación para la salud) 2) VALORES Los valores influyen decisivamente en nuestra existencia. Actuamos, juzgamos y tomamos decisiones en base a nuestra propia escala de valores, la cual vamos construyendo basándonos en experiencias personales y de acuerdo al medio social en el que estamos inmersos. Valores Universales ¿Es posible reconocer valores universales? La discusión es amplia y existen diversas posturas al respecto, desde el escepticismo que declara imposible una fundamentación de valores universales en un mundo fragmentado, hasta el fundamentalismo que toma lo particular como universal. La escuela puede promover aquellos valores que hacen a la dignidad de la persona y contribuir a generar espacios en los que se ejercite la convivencia, la tolerancia, la solidaridad y el respeto, entre otros. 3) NORMAS SOCIALES La convivencia social se organiza en torno a diversos acuerdos que conjugan los intereses personales y la construcción del bien común. En este bloque se proponen los contenidos básicos orientados a la educación ciudadana, la relación entre norma y sociedad (diversidad, origen y validez de las distintas normas), normas jurídicas (las leyes y su jerarquización), la Constitución Nacional como norma fundamental (relaciones con la historia y práctica social, la democracia, normas, derechos y garantías), derechos humanos (declaraciones universales y pactos internacionales). 4) PROCEDIMIENTOS GENERALES Entre los mismos figuran: El desarrollo de la creatividad que hace posible sentir como propio lo que se piensa o expresa, se apoya en una buena capacidad de observación, en el desarrollo de la imaginación y la expresión de ideas y sentimientos. Ayudará a comprender las expresiones culturales y a elaborar proyectos. El discernimiento moral de las acciones individuales y sociales puede ser planteado en diferentes niveles: el análisis de situaciones concretas, el análisis de costumbres, valores, virtudes y normas, y el análisis de principios y razonamientos morales. Se trabajarán de acuerdo a la edad evolutiva de los alumnos y a la complejidad de la realidad que está en juego. 5) CONTENIDOS ACTITUDINALES Se sintetizan actitudes de un amplio nivel de generalidad, coherentes con los bloques anteriores. Se organizan en función de los ámbitos de desarrollo. Aportes al desarrollo ético: actitudes de flexibilidad, tolerancia y respeto por lo diferente, de cooperación y solidaridad, de respeto por uno mismo, la comunidad, la naturaleza. Aportes al desarrollo socio-comunitario: actitud de aprecio por lo propio, el sentido de pertenencia e identidad nacional y de respeto por otras identidades, de participación responsable, de valoración del trabajo, entendido como posibilidad de realización personal. Aportes al desarrollo del saber científico tecnológico: aprecio por la búsqueda de la verdad, el rigor del pensamiento, la indagación y el análisis, valoración crítica de los avances científicos, aprecio por los aportes de la ciencia y la tecnología a la sociedad. Aportes al desarrollo de la expresión y la comunicación: aprecio por el uso de lenguajes y símbolos, la comunicación de ideas y pensamientos, aprecio por las manifestaciones estéticas. MANOS A LA OBRA! Desarrollo de experiencias BLOQUE 1: PERSONA Experiencia Nº 1: " Este/a soy yo!" Si vamos a hablar de las personas, cómo son, cómo sienten, qué hacen, nada mejor que empezar por nosotros mismos. Toda experiencia que ayude a clarificar estos aspectos les aportará a los chicos elementos para lograr una clara imagen de ellos mismos, mayor seguridad y aceptación. Cualquiera sea la edad de los chicos con los que estemos trabajando, debemos comenzar por generar un clima de confianza. Es conveniente destinar un rincón del aula en el que podamos sentarnos en ronda para favorecer la comunicación, conseguir un pedazo de alfombra y almohadones, decorarlo, armar una cartelera y ponerle un nombre. Realizaremos esta actividad junto con los chicos, a principio de año, de esta manera favoreceremos que se apropien del espacio y estaremos también trabajando aspectos que hacen a su identidad como grupo. Si el espacio es chico, no nos desanimemos... podemos enrollar la alfombra, apilar los almohadones o encontrar otra solución. Ya nos hemos apropiado de nuestro "rincón", ahora nos resta saber quiénes somos nosotros, los principales protagonistas de esta aventura que estamos por comenzar. ¿Empezamos? El docente dirá su nombre y apellido, cómo es su familia, cosas que le gustan, cosas que no le gustan, si conoce a alguno de los chicos o a sus hermanos, etc.(seleccionará estos ítems de acuerdo al grupo y a la circunstancia), luego los alumnos se irán presentando de la misma manera, por turno. Se les pedirá que presten mucha atención a lo que dicen los compañeros, porque estos datos serán usados en un juego posterior. Una vez finalizada la presentación, cada chico deberá presentar a su compañero de la derecha, imitando a un presentador de televisión. Se le computará un punto por cada dato correcto que recuerde. Para finalizar les pediremos que se dibujen haciendo lo que más les gusta y escriban su nombre en una hoja blanca, pegaremos estas hojas en un afiche, pensaremos un título y lo colgaremos en nuestro rincón. De acuerdo a la edad de los chicos con los que estemos trabajando, podemos usar esta actividad como disparador para experiencias posteriores. Desde el trabajo con el nombre propio en el primer ciclo hasta la escritura de retratos o autobiografías con los chicos más grandes. Esta experiencia puede continuarse a lo largo del año, usando el rincón al comienzo de la jornada para comentar noticias y novedades, para organizar las actividades del día junto con los chicos, para evaluar actitudes que observamos, etc. Su uso no será privativo del área que nos ocupa, podemos usarlo para desarrollar el lenguaje oral, narrar cuentos e historias o hacer juegos con cálculos mentales. BLOQUE 3: NORMAS SOCIALES Experiencia Nº 2: "Nos ponemos de acuerdo." Para poder convivir y desarrollar nuestras actividades en forma armónica dentro de un grupo es necesario llegar acuerdos que conjuguen los intereses individuales y la búsqueda del bien común. La elaboración de normas de convivencia junto con los chicos nos permitirá establecer claramente lo que se puede y no se puede hacer en el aula, los recreos, el baño; y servirá de fundamento para comprender el funcionamiento del sistema democrático. Durante el período de integración y diagnóstico, paralelamente al trabajo sobre la identidad que planteamos anteriormente, podremos ir definiendo lo que a cada uno le gusta, le interesa, lo motiva y también lo que no le gusta o le molesta. El docente irá registrando estas variables, al igual que las situaciones en las que se generan conflictos para poder guiar el debate posterior. Partiremos de este sentimiento primario (me gusta/me molesta) para elaborar nuestras "normas de convivencia". Propondremos a los chicos realizar una asamblea, en la cual cada uno podrá exponer sus puntos de vista, fundamentarlos, escuchar los de los compañeros y llegar a acuerdos que deberán cumplirse a lo largo del año. Para que esta experiencia resulte significativa respetaremos los aspectos formales de una asamblea: organizaremos el mobiliario en forma de semicírculo, en el medio colocaremos una silla y una mesa para el presidente (que se ocupará de que el debate se realice en forma ordenada) y estableceremos las normas para su correcto funcionamiento (pedir la palabra, escuchar al que habla, esperar su turno). A medida que los alumnos vayan exponiendo y fundamentando sus posturas, el docente las irá escribiendo en el pizarrón en 2 columnas enfrentadas. Una vez agotada esta instancia se redactarán las normas de convivencia, se escribirán en un afiche que todos los miembros del grupo firmarán en conformidad y se copiarán en algún lugar destacado del cuaderno. Es conveniente redactarlas como actitudes positivas, evitando palabras como "no", "nunca", "prohibido", por ejemplo, si los chicos dicen que les molesta que los empujen al salir o entrar del aula, escribiremos "entramos y salimos en orden" en lugar de "prohibido entrar o salir corriendo". También se establecerán las sanciones que se aplicarán a los que no las cumplan. Esta experiencia puede repetirse a lo largo del año siempre que sea necesario ponerse de acuerdo para algo. Puede realizarse en forma periódica para planificar proyectos grupales o evaluarlos, o como espacio de discusión y debate de los distintos temas que resulten de interés. BLOQUE 2: VALORES Algunas consideraciones metodológicas: Este es, sin duda, el bloque más difícil de desarrollar, por eso hemos decidido exponer algunas consideraciones metodológicas antes de presentar la experiencia didáctica correspondiente. "El bien", "la verdad", "la justicia", "la honestidad", "el amor", "la solidaridad", "la paz" constituyen principios que, si bien están presentes en cada una de nuestras actitudes, nos resultan abstractos y requerirán de toda nuestra creatividad y compromiso para ser trabajados como contenidos propiamente dichos. Una característica de los valores es que se eligen libremente, esto engloba a) aquello que se elige (y por ende, lo que se desecha), b) una persona que discrimina, c) un contexto. Nuestro trabajo será el de ayudar a descubrir los valores que subyacen en nuestras actitudes cotidianas, asumir la responsabilidad de nuestro comportamiento y tratar de ser coherentes con lo que enunciamos. Para ello trabajaremos en un clima de aceptación y confianza, en el que se respeten las diferencias, favoreciendo el diálogo y el análisis de las consecuencias que trae aparejada cada una de nuestras acciones. Otra característica es que no son permanentes, cambian a lo largo de la vida de acuerdo a las distintas experiencias que tenemos. Experiencia Nº 3 : "En busca del modelo perdido" Cada uno de nosotros tiene algún modelo, una persona a la que admira por sus cualidades. Como docentes, seguramente recordaremos a aquella maestra que supo despertar en nosotros las ganas de transmitir a nuestros alumnos lo que alguna vez recibimos de ella. En los chicos estos modelos pueden ser sus padres, su hermano mayor, un cantante famoso, una actriz, un jugador de fútbol o el personaje de un cuento. Podemos comenzar conversando acerca de la última película que vieron, sobre la serie que esté de moda, sobre la familia o rescatar el personaje de algún cuento que hayamos trabajado con ellos y señalaremos las características o cualidades de los personajes o las personas de las que estamos hablando. La consigna es que los chicos
enumeren 5 personas o personajes por los que sienten admiración. Al lado de cada uno les
pediremos que enumeren 5 cualidades que hacen que para ellos esa persona sea admirable,
por ejemplo: Una vez que han escrito su lista, les diremos que subrayen con un color aquellas cualidades que crean poseer ellos también y con otro color las que les gustaría poseer. Estas últimas se reescribirán aparte. Por último les pediremos que elaboren una lista de acciones que pueden realizar para conseguir estas últimas, por ejemplo: e) se puede confiar en mí: 1) Traer la pelota de fútbol el día que me toca, 2) Acordarme de levantar la mesa después de comer. De esta manera estarán tomando conciencia de los valores que para cada uno son importantes y, al mismo tiempo, redactando un "autocontrato". Esto último apunta también al fortalecimiento de la voluntad y a desterrar la idea de que si no somos de tal o cual manera, la responsabilidad es de los otros. Es conveniente que estas actividades sobre valores y sentimientos no figuren en nuestro "cuaderno de clase" o "carpeta de actividades" porque esto puede impedir que los chicos se sientan libres de expresar lo que auténticamente sienten por temor a ser evaluados o sancionados. Usaremos una "carpeta personal" (lo ideal es una de cartulina con elásticos) en la que iremos guardando los trabajos que realizamos, podemos volver sobre ellos, cambiar, agregar o suprimir cosas, coleccionar frases o pensamientos para compartir, guardar tréboles de 4 hojas, en fin, todo aquello que es privado y que hace a nuestro crecimiento como personas. El docente tendrá acceso a la misma para controlar que se realicen los trabajos y podrá, si lo considera adecuado, escribir algún mensaje personal o una palabra de aliento, estableciendo un diálogo personal con cada uno de sus chicos. |